El día de las
mariposas...
Un hombre viola a una mujer, eso
es violencia. Una mujer gana menos que un hombre en el mismo puesto de trabajo,
eso es violencia. Un adolescente maltrata a su novia, eso es violencia. Un
grupo de amigos le grita cosas a una mujer solo para demostrar su “hombría”,
eso es violencia. Un marido obliga a su mujer a prostituirse, eso es violencia.
Un hombre cree que “su” mujer es “su” objeto, eso es violencia. Y todo eso es
responsabilidad nuestra. De todos y todas.
Cada 25 de noviembre se celebra
en todo el mundo el “Día de la no violencia contra la mujer”. Esa fecha
conmemora el asesinato de las tres hermanas Mirabal, el 25 de noviembre de
1960, militantes opositoras a la dictadura que ejerció, por más de 30 años,
Leónidas Trujillo en la República Dominicana.
Según la “Declaración sobre la
Eliminación de la Violencia Contra la Mujer”, emitida el 20 de diciembre de
1993, “se entiende por violencia contra la mujer a todo acto de violencia
basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como
resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así
como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Una travesti golpeada por un
policía; un marido o hijo que esperan, naturalmente, que su esposa o madre les
prepare la comida; un hombre o, por qué no, una mujer que llama “puta” a una
chica por ejercer libremente su sexualidad, son hechos que se repiten
diariamente y poco se cuestionan. A pesar de que se condena a un violador casi
unánimemente, a diario se reproducen este tipo de situaciones de violencia que
pasan desapercibidas, que son capilares y que van construyendo y legitimando
actitudes violentas. Por consiguiente, aunque sea un punto central, la
violencia contra la mujer no terminará con las violaciones, si no el día que
entre todos y todas construyamos relaciones de igualdad y respeto entre (todos)
los géneros.
El artículo 2° de la declaración
mencionada anteriormente plantea qué es violencia sobre la mujer: la violencia
física, sexual y psicológica que se produzca en la familia, incluidos los malos
tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con
la dote, la violación por el marido, la mutilación genital femenina, la
violencia relacionada con la explotación; la violencia física, sexual y
psicológica perpetrada dentro de la comunidad en general, inclusive la
violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexuales en el trabajo,
en instituciones educacionales, la trata de mujeres y la prostitución forzada y
la violencia física, sexual y psicológica ejecutada o tolerada por el Estado.
Violencia sexual, cifras
que alarman.
En el caso puntual de la
violencia sexual hay una necesidad de entenderla no sólo como un ataque, sino a
la integridad del ser humano. Debe pensárselo como un problema personal pero
también eminentemente social, ya que atenta contra la libertad de la persona.
“Además, fortalece el estereotipo y desequilibrio cultural del
"hombre" productor (dominante) y de la mujer "reproductora"
(sumisa), reduciendo a la mujer a objeto sexual y negándole el derecho de
actuar en espacios considerados masculinos y, al mismo tiempo, absolviendo a
los hombres de una mayor responsabilidad en el ámbito de la reproducción”,
plantea María José Lubertino en un artículo publicado en el Instituto Social y
político de la mujer (“Si molesta es acoso”, www.ispm.org.ar/documentos.idex.html).
En la Argentina, según datos de
la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 5 niños o niñas es abusado
por un familiar de confianza antes de los 5 años. De esa cifra el 87% de los
casos son niñas y el 5,6 % de las adolescentes se iniciaron sexualmente por la
fuerza.
“El acoso sexual viola derechos
sexuales básicos como el derecho a la libertad sexual (la posibilidad de los
individuos de expresar su potencial sexual, libres de coerción, explotación o
abuso en cualquier tiempo y situaciones de la vida) y el derecho a la autonomía
sexual, integridad sexual y seguridad del cuerpo sexual, lo que incluye el
control y el placer de nuestros cuerpos libres de violencia de cualquier tipo”,
agrega, en el mismo artículo, María José Lubertino.
Pero también es parte del acoso
sexual la violencia que muchas veces el imaginario social vuelca sobre la mujer
violada. Frases como “un poco de culpa la mujer también tiene” o “¿para qué
sale vestida así, quiere que la violen?” son frecuentemente escuchadas y
reproducen una lógica que, en muchos casos, parecería justificar un acoso.
Por otro lado, la violencia
contra la mujer es doble cuando es pobre. Un aborto en una cocina es un acto de
violencia de toda la sociedad contra una mujer. El problema no es si un niño o
no niño vive o muere (los abortos se siguen haciendo igual sin importar esa
discusión) sino que siempre las que se mueren son mujeres pobres. Las excluidas
son doblemente excluidas, por pobres y por mujeres.
Actualmente, también sobre
cifras de la OMS, en la Argentina se estima que se realizan más de 500.000
abortos al año frente a unos 700.000 nacimientos. El aborto es la primer causa
de mortalidad materna. Una de cada tres muertes es producto de abortos mal
practicados, mientras que los abortos realizados en condiciones adecuadas casi
no conllevan riesgo para la paciente.
El caso de Romina Tejerina da
cuenta de esta situación. Romina fue violada y quedó embarazada. Durante siete
meses ocultó su embarazo e intento abortar con métodos caseros. Luego, parió
sola en el baño de su casa y presa de stress post-traumático hirió mortalmente
a la recién nacida. Hoy, Romina se encuentra detenida en el penal de mujeres de
Jujuy. Actualmente, son muchas las mujeres que deciden abortar, sin embargo el
derecho a ejercerlo es de aquellas que cuentan con los recursos económicos para
que su vida no corra riesgos. La violencia sexual es también violencia
económica y mientras no se garantice el derecho a decidir sobre el propio
cuerpo, seguirán habiendo abortos. La posibilidad de sobrevivir a los abortos
clandestinos será garantizada únicamente por el dinero y no por quién debe
hacerlo: el Estado.
¿Por qué el 25?, ¿por
qué muchos 25?
En el Encuentro Feminista
Latinoamericano y del Caribe, que se llevó a cabo en Bogotá en 1981, se acordó
esta fecha como forma de rendir homenaje a tres hermanas Dominicanas: Minerva,
Patria y María Teresa Mirabal.
Conocidas y representadas como
“las Mariposas”, nombre secreto de Minerva en sus actividades políticas
clandestinas en contra de la tiranía de Trujillo, se convirtieron en un símbolo
de la resistencia popular y feminista. El 25 de noviembre de 1960 Minerva y
María Teresa fueron a visitar a sus esposos a la cárcel, en compañía de su
hermana Patria. Miembros de la policía secreta de Trujillo las interceptaron en
un lugar solitario del camino. Cubiertas de sangre, destrozadas a golpes,
estranguladas, fueron puestas nuevamente en el vehículo en el que viajaban y
arrojadas a un precipicio, con la finalidad de simular un accidente. La noticia
de estos asesinatos conmovió y escandalizó a la nación dominicana e impulsaron
el movimiento anti-trujillo. Finalmente éste fue asesinado en 1961 y su régimen
cayó poco después.
Las mariposas representan la
lucha de cada una de las mujeres, de todos y todas los que luchan, sean gays,
lesbianas, transgénero, travestis o transexuales. Son también cada una de las
violadas, presas o desaparecidas en la Argentina. Son y fueron nuestras
compañeras y en ellas está nuestro deseo de construir una sociedad con
diversidad de iguales, sin violaciones pero también sin maridos que manden a
lavar los platos a sus esposas. Son todas mariposas, son nuestras mariposas.
(Para más información sobre la
historia de las Hermanas Mirabal se puede leer el libro de Julia Álvarez, En el
tiempo de las mariposas, Atlántida, 1994). Este 25-11 y siempre soy otra vos...
ILL DA QUESH
(Las mayas dicen soy otra tú)
Soy...
María Soledad, violada y muerta en Catamarca...
Teresa Rodríguez, muerta en un piquete...
Romina Tejerina, presa y recluida en Jujuy...
Claudia Sosa, presa en Mendoza...
Soy...
violada por Hoyos en Salta,
Leyla y Patricia violadas y asesinadas en Santiago del Estero,
Soy...
las chicas asesinadas en Mar del Plata, (hace años)...
la trabajadora violada en el ANSES...
las niñas violadas en el Congreso...
Johana secuestrada y agredida en un hospital...
Soy...
Marita, Vanesa, Lidia, y tantas secuestradas para el tráfico de mujeres y la
prostitución en La Rioja, Tucumán, Córdoba, Río Gallegos...
abusada por los curas en todo el país...
una originaria en el Norte, con un nombre inventado y _ prisionera para
votar...
una originaria desterrada de su lugar,
Soy....
una desnutrida muerta en los hospitales
Soy...
una hambrienta en un piquete mundial
una negra en el mundo
una africana sin clítoris,
una musulmana, que pueden lapidar
una moribunda en coma cuatro por un aborto séptico _ (custodiada por la
policía)...
una mujer estéril y presa por un aborto séptico
una muerta por aborto séptico
una abusada y golpeada por mi compañero, padre, tío, padrastro, extraño etc.
Soy una muerta por los
mismos,
soy insultada y descalificada por mi/s compañer@s
soy una desaparecida de la dictadura y de las democracias ...
Soy MUJER, TRAVESTI,
TRANSGENERO, TRANSEXUAL, LESBIANA, INTERSEX, NEGRA, MUSULMANA, AMERICANA,
EUROPEA, POBRE, OPRIMIDA...
Soy mujeres violentadas,
golpeadas, violadas, presas, insultadas, asesinadas, discriminadas, torturadas,
desaparecidas, traficadas, cercenadas, prostituidas... muertas
Lo padezco en el cuerpo, es
una enfermedad,
el remedio que no calma mi dolor,
pero que me ayuda a seguir adelante es...
revelarme día a día, rebelarme momento a momento,
Ser millones de mujeres que
se rebelan frente a la opresión
Ser millones de mujeres que queremos cambiar las _ relaciones sociales y
desterrar la principal... el PODER
Dicen las Mayas ill da quesh, soy otra tú,
soy otra vos, y otra voz, miles de voces...
Fuente: Indymedia Argentina
25/11/03