Fundador de la dinastía Carolingia, que reinó en
Francia y Alemania entre los siglos VIII y X -aunque él mismo no recibió nunca
título de rey- (?, h. 688 - Quierzy-sur-Oise, Francia, 741). Carlos era hijo
bastardo del mayordomo de Austrasia, Pipino II de Herstal, que se hizo con la
gobernación del reino franco aprovechando la debilidad de los últimos soberanos
Merovingios. Sucedió a su padre en el 714, pasando por delante de los hijos
legítimos de aquél. Tras hacer frente a las tendencias secesionistas de
Neustria, sometió Frisia, Sajonia, Turingia y Baviera, restableciendo la unidad
del reino franco y extendiendo sus dominios.
Pero su lugar en la Historia se lo debe, sobre todo, a
su victoria en la batalla de Poitiers (732), en la que derrotó al emir árabe
Abderramán, deteniendo el avance del Islam hacia Occidente. Aprovechó la
victoria para someter las regiones meridionales del reino, Provenza y Aquitania
(cuyo duque había sucumbido al avance musulmán). De esa época data su
sobrenombre de Martel, que alude a la fuerza con que modeló, como un
martillo, la Europa de su tiempo.
Aunque de hecho fue un rey, no se atrevió a asumir la
soberanía en detrimento de los Merovingios, paso que daría su hijo; él se
limitó a titularse mayordomo único del reino de los francos (desde el 737).
Su costosa obra de unificación territorial estuvo a
punto de desaparecer tras su muerte, pues dejó repartidos sus dominios entre
sus hijos Carlomán y Pipino. Sólo la posterior retirada de Carlomán a un
monasterio (751) reunificó la herencia carolingia en el que sería primer rey de
la dinastía, Pipino, el Breve.
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