sábado, julio 21, 2012

Biografía de Michel Foucault Redacción Antroposmoderno


Filósofo y también historiador, Michel Foucault fué sin duda durante los años sesenta una de las figuras más importantes e influyentes del ambiente cultural francés . Nunca quiso expresamente ser un historiador de los ideales ni de las ciencias en el sentido clásico de estos términos. La única denominación que admitía era la de arqueólogo, aquello que da cuenta de forma más profunda de la cultura.

Introducirse en esta forma de reflexión, en este modo de hacer filosofía, es una experiencia muy enriquecedora. Se está en presencia de un pensamiento envolvente, no se puede salir ileso del choque que representa encontrarse con las obras de Michel Foucault. El tiene clara conciencia de eso, lo sabe y lo dice, lo advierte, esto no es simplemente un pensamiento, una doctrina, es un modo de colocarse en la vida, ante la historia, ante todas las realidades que nos rodean.
Una muestra de ello y en referencia a su concepción de la Genealogía, se puede observar en su texto ?Nietzche la Genealogía la História? de (Microfísica del Poder) : "el mundo que conocemos no es esta figura simple en suma, en la que todos los sucesos se han borrado para que acentúen poco a poco los rasgos esenciales, el sentido final, el valor primero y último; es por el contrario una miríada de sucesos entrecruzados (...) Creemos que nuestro presente se apoya sobre intenciones profundas, necesidades estables; pedimos a los historiadores que nos convenzan de ello. Pero el verdadero sentido histórico reconoce que vivimos, sin referencias ni coordenadas originarias, en miríadas de sucesos perdidos"

Nace en Poitiers, Francia el 15 de octubre de 1926. Su padre era médico así como gran parte de sus antepasados de apellido Foucault, motivación que lo lleva a buscar ingresar en la Escuela Normal Superior en el año 1945 no consiguiéndolo. Por ese motivo comienza a estudiar en el Liceo, donde conoce al filósofo Jean Hyppolite, a partir de 1946 ingresa en la Escuela Normal Superior. Obtiene su licenciatura en Filosofía en la Sorbona, teniendo entre otros a Merlau-Ponty como profesor. Durante ese período conoce a Pierre Bordieu y Jean Paul Sartre entre otros.

En 1949, Foucault termina la carrera de Psicología y recibe su diploma en Estudios Superiores de Filosofía, presentando una tesis sobre Hegel, con la supervisión de Hyppolite.

En el año 1950 entra en el partido comunista, permaneciendo poco tiempo al producirse intromisiones del partido en su vida personal así como en la de Althusser. Esta época es muy conflictiva para Foucault, pasando momentos de gran angustia que lo llevan a tentativas de suicidio.

Durante el año 1951 es profesor de Psicología en la Escuela Normal Superior, siendo su alumno entre otros Derrida. En ese mismo año ingresa al Hospital Psiquiátrico de Saint Anne donde trabajará. Además se dedica al estudio de distintas manifestaciones artísticas entre ellas el surrealismo, estudio que continuará durante 1952 y 1953.
Aproximadamente en esa época participa de un Seminario de Jacques Lacan.
Y personajes como Maurice Blanchot y George Bataille, lo aproximan de Nietzche.

Mientras enseñaba en la universidad de Upsala en Suecia, Foucault escribió Locura y Civilización: Una historia de la locura en la edad de la Razón (1961)

Durante 1954 publica ?Enfermedad Mental y Psicología?, ?Historia de la Locura en la Edad Clásica? en el año 1961 siendo esta obra la que utiliza para su tesis de doctorado en la Sorbona. Este libro analiza las practicas médicas durante los Siglos XVII y XVII. Posteriormente publica ?El Nacimiento de la Clínica?. En el 66 ?Las Palabras y las cosas? y en el 69 ?La Arqueología del Saber?. Recibe su diploma en Psicología Experimental y se dedica al estudio de Freud, Lacan, Piaget etc. Siendo esta tal vez fue su fase más productiva como teórico en el sentido académico, fase que se extiende hasta el año 1970.
En el año 1971 asume a cátedra que pertenecía a Jean Hyppolite de Historia de los Sistemas de Pensamiento y la clase inaugural fue con ?El Orden del Discurso?.
En el 75 publica Vigilar y Castigar.

Foucault al concluir el discurso en 1983, un año antes de su muerte, en homenaje a Emmanuel Kant titulado "¿Qué es la ilustración?" afirma que "una ontología de la actualidad (del presente) es una forma de filosofía que desde Hegel a la escuela de Frankfurt, pasando por Nietzsche y Max Weber, ha fundado una forma de reflexión en la que intento trabajar".

No consigue acabar uno de sus más ambiciosos proyectos ?Historia de la Sexualidad? en el año 1976 publica el primero de los seis volúmenes proyectados ?La Voluntad de Saber? que no es bien acogido por las críticas Durante 1984 poco tiempo antes de morir, publica dos volúmenes más después de ocho años de silencio, ?El Uso de los Placeres ? y ?El Cuidado de Sí?. Muere el día 25 Junio de 1984, por complicaciones provocadas por el SIDA, que se complica con una septicemia, provocando su muerte.

Discutido y estudiado en varias áreas del saber, Foucault se muestra como un intelectual interesado en el presente que le tocó vivir. Crítica el proyecto de las ciencias humanas modernas demostrando que sus demandas de objetividad son imposibles en un dominio en el cual la verdad en sí misma siempre sea una construcción divagadora. Cualquier período histórico dado comparte las formaciones inconscientes que definen la manera apropiada de pensar la verdad. Su crítica se extiende a los conceptos que intentan explicar la sexualidad y los comportamientos normativos, demostrando cómo el genero heterosexual es un fenómeno moderno.

Michel Foucault describe su propio papel como intelectual nos dice que ?consiste en enseñar a la gente que son mucho más libres de lo que se sienten, que la gente acepta como verdad, como evidencia, algunos temas que han sido construidos durante cierto momento de la historia y que esa pretendida evidencia puede ser criticada y destruida. Cambiar algo en el espíritu de la gente, ese es el papel del intelectual?.(Tecnologías del yo; verdad, individuo y poder.)

El concepto de poder en Foucault
Aquiles Chiu Amparan

Es importante acuñar una noción de poder que no haga exclusiva referencia al gubernativo, sino que contenga la multiplicidad de poderes que se ejercen en la esfera social, los cuales se pueden definir como poder social. En La verdad y las formas jurídicas, Foucault es más claro que en otros textos en su definición del poder; habla del subpoder, de "una trama de poder microscópico, capilar", que no es el poder político ni los aparatos de Estado ni el de una clase privilegiada, sino el conjunto de pequeños poderes e instituciones situadas en un nivel más bajo. No existe un poder; en la sociedad se dan múltiples relaciones de autoridad situadas en distintos niveles, apoyándose mutuamente y manifestándose de manera sutil. Uno de los grandes problemas que se deben afrontar cuando se produzca una revolución es el que no persistan las actuales relaciones de poder. El llamado de atención de Foucault va en sentido de analizarlas a niveles microscópicos.

Para el autor de La microfísica del poder, el análisis de este fenómeno sólo se ha efectuado a partir de dos relaciones: 1) Contrato - opresión, de tipo jurídico, con fundamento en la legitimidad o ilegitimidad del poder, y 2) Dominación - represión, presentada en términos de lucha - sumisión. El problema del poder no se puede reducir al de la soberanía, ya que entre hombre y mujer, alumno y maestro y al interior de una familia existen relaciones de autoridad que no son proyección directa del poder soberano, sino más bien condicionantes que posibilitan el funcionamiento de ese poder, son el sustrato sobre el cual se afianza. "El hombre no es el representante del Estado para la mujer. Para que el Estado funcione como funciona es necesario que haya del hombre a la mujer o del adulto al niño relaciones de dominación bien especificas que tienen su configuración propia y su relativa autonomía".

El poder se construye y funciona a partir de otros poderes, de los efectos de éstos, independientes del proceso económico. Las relaciones de poder se encuentran estrechamente ligadas a las familiares, sexuales, productivas; íntimamente enlazadas y desempeñando un papel de condicionante y condicionado. En el análisis del fenómeno del poder no se debe partir del centro y descender, sino más bien realizar un análisis ascendente, a partir de los "mecanismos infinitesimales", que poseen su propia historia, técnica y táctica, y observar cómo estos procedimientos han sido colonizados, utilizados, transformados, doblegados por formas de dominación global y mecanismos más generales.

En Los intelectuales y el poder, Foucault argumenta que después de mayo de 1958, los intelectuales han descubierto que las masas no tienen necesidad de ellos para conocer --saben mucho más--, pero existe un sistema de dominación que obstaculiza, prohibe, invalida ese discurso y el conocimiento. Poder que no sólo se encuentra en las instancias superiores de censura sino en toda la sociedad. La idea de que los intelectuales son los agentes de la "conciencia" y del discurso forma parte de ese sistema de poder. El papel del intelectual no residiría en situarse adelante de las masas, sino en luchar en contra de las formas de poder allí, donde realiza su labor, en el terreno del "saber", de la "verdad", de la "conciencia", del "discurso"; el papel del intelectual consistiría así en elaborar el mapa y las acotaciones sobre el terreno donde se va a desarrollar la batalla, y no en decir cómo llevaría a cabo. En La microfísica del poder indica que "el poder no es un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre los otros, de un grupo sobre otros, de una clase sobre otras; el poder contemplado desde cerca no es algo dividido entre quienes lo poseen y los que no lo tienen y lo soportan. El poder tiene que ser analizado como algo que no funciona sino en cadena. No está nunca localizado aquí o allá, no está nunca en manos de algunos. El poder funciona, se ejercita a través de una organización reticular. Y en sus redes circulan los individuos quienes están siempre en situaciones de sufrir o ejercitar ese poder, no son nunca el blanco inerte o consistente del poder ni son siempre los elementos de conexión El poder transita transversalmente, no está quieto en los individuos". Aunque este párrafo pudiera hacer pensar que Foucault disuelve, desintegra el principal tipo de poder, el estatal, o que no lo reconoce, en otro apartado habla del concepto de subpoder, de los pequeños poderes integrados a uno global. Reconoce al poder estatal como el más importante, pero su meta es tratar de elaborar una noción global que contenga tanto al estatal como aquellos poderes marginados y olvidados en el análisis.

Sus obras comentadas:

Historia de la locura en la época clásica
El primer libro importante de Foucault, escrito mientras enseñaba francés en Suecia. Revisa el desarrollo de la idea de locura a través de la historia.
Empieza analizando la Edad Media, en particular el encierro de los leprosos. De ahí, pasa a la idea del barco de los tontos del siglo XV, y luego al repentino interés en las prisiones del siglo XVII en Francia. Eventualmente, se cree que la locura es una enfermedad del alma, y finalmente, con Freud, una enfermedad mental.
Foucault también pone mucha atención a la manera en la que el loco paso de ser aceptado como parte del orden social a un individuo destinado al encierro. También repasa las diferentes técnicas empleadas para tratar la locura, en particular los casos de Philippe Pinel y Samuel Tuke. Argumenta que los tratamientos ofrecidos por ellos no eran menos orientados al control que metodos precedentes. En el método de Tuke, el loco es castigado hasta que aprende a actuar normalmente, efectivamente intimidándolo a volverse como las personas 'normales'. De forma similar, el tratamiento de Pinel consistía en terapia de aversión intensiva, incluyendo tratamientos como duchas heladas y el uso de camisas de fuerza. Para Foucault, este tratamiento equivalía a brutalizar repetidamente al paciente hasta que éste internalizara los patrones de juicio y castigo.

El nacimiento de la clínica
El segundo trabajo importante de Foucault fue publicado en 1963 en Francia. El libro traza el desarrollo de la medicina, específicamente la institución de la clínica. Uno de los temas centrales es el de la observación o mirada atenta (regard).

Las palabras y las cosas
Publicado en 1966, empieza con una extensa discusión de Las Meninas del pintor español Diego Velázquez, en atención a su complejo juego de miradas, ocultamientos y apariciones. De ahí desarrolla su argumento central: que todos los periodos de la historia poseen ciertas condiciones fundamentales de verdad que consituyen lo que es aceptable como, por ejemplo, discurso científico. Foucault argumenta que estas condiciones de discurso cambian a través del tiempo, mediante cambios generales y relativamente repentinos, de un epistema a otro.
Las palabras y las cosas puso a Foucault en el primer plano intelectual de Francia. Jean-Paul Sartre atacó a Foucault como la 'última muralla de la burguesía' a propósito de este texto.

La arqueología del saber
Publicado en 1969, este volumen representa la principal aventura de Foucault en metodología. Lo escribió para lidiar con la percepción que se tenía de Las palabras y las cosas. Hace referencia a la filosofía analítica angloamericana, en particular a la teoría del acto discursivo.
Foucault dirige su análisis hacía la oración, la unidad básica del discurso que considera ignorada hasta ese momento. Las oraciones dependen de las condiciones en las que emergen y existen dentro del campo del discurso. No son proposiciones, ni declaraciones ni actos discursivos. En su análisis, Foucault considera los actos dicursivos serios en cuanto a su análisis literal, en lugar de buscar algún significado más profundo. Es importante notar que Foucault reitera que su análisis es una táctica más, y que de ninguna manera está tratando de desplazar o invalidar otras formás de analizar el discurso.
La postura de Foucault respecto a las oraciones es radical. No sólo elimina cuestiones sobre verdad, sino inclusive cuestiones de significado. En lugar de buscar el origen del significado en algún sujeto trascendental o en relación a las prácticas aceptadas, Foucault niega que el significado tenga importancia alguna en su trabajo. Su estrategia es describir a detalle cómo surgen las afirmaciones de verdad, qué fue lo que de hecho se dijo y escribió, y cémo esto encaja en la formación de los discursos. Quiere evitar toda interpretación y alejarse de los objetivos de la hermenéutica. Esta postura permite que Foucault se aleje del punto de vista antropológico y se enfoque en el papel de las prácticas discursivas.
Renunciar al significado pareciera acercar a Foucault al estructuralismo. Sin embargo, el se rehusa a examinar a las oraciones fuera de su papel en la formación discursiva y también se rehusa a examinar posibles oraciones que podrían surgir de tal formación. De aquí surge su identidad como historiador, pues solo le interesa describir oraciones que de hecho ocurrieron en la historia. Todo el sistema y sus reglas discursivas determinan la identidad de la oración; por lo tanto, no tiene sentido distinguir las oraciones posibles de las ocurridas. Solo las oraciones que de hecho ocurren son las que pueden ocurrir en un sistema discursivo. Así que uno debe meramente describir sistemas específicos que determinan que tipos de oraciones pueden surgir.



Imagen de un esquema panoptico el cual fue estudiado por Foucault

Vigilar y castigar

Surveiller et punir: Naissance de la prison, fue publicado en 1975. El libro empieza con una descripción muy gráfica de la ejecución pública del regicida Damiens en 1757. Contra esta, Foucault yuxtapone una prisión gris de 80 años después. Entonces se busca entender como pudo ocurrir tal cambio en la forma de castigar a los convictos en un período de tiempo tan corto. Estas dos formas de castigo tan contrastantes son dos ejemplos de lo que Foucault llama "tecnologías de castigo". La primera, la tecnología de castigo 'monárquica', consiste en la represión de la población mediante ejecuciones públicas y tortura. La segunda, el "castigo disciplinario", de acuerdo a Foucault, es la forma de castigo practicada hoy en día. El castigo disciplinario le da a los "profesionales" (psicólogos, facilitadores, guardias, etc.) poder sobre el prisionero: la duración de la estancia depende la opinión de los profesionales.
Foucault compara la sociedad moderna con el diseño de prisiones llamado "Panopticón" de Jeremy Bentham (que nunca fue construido, pero sí fue tomado en cuenta): en el panopticón, un solo guardia puede vigilar muchos prisioneros mientras el guardia no puede ser visto. El oscuro calabozo de la pre-modernidad ha sido reemplazado por la moderna prisión brillante, pero Foucault advierte que "la visibilidad es una trampa". Es a través de esta óptica de vigilancia, dice Foucault, que la sociedad moderna ejercita sus sistemas de control de poder y conocimiento (términos que Foucault considera tan íntimamente ligados que con frecuencia habla del concepto "poder-conocimiento"). Foucault sugiere que por todos los niveles de la sociedad moderna existe un tipo de 'prisión continua', desde las cárceles de máxima seguridad, trabajadores sociales, la policía, los maestros, hasta nuestro trabajo diario y vida cotidiana.
Todo está conectado mediante la vigilancia (deliberada o no) de unos seres humanos por otros, en busca de la 'normalización'.

Historia de la sexualidad
Hasta antes de la muerte de Foucault se habían publicado tres volúmenes de la Historia de la sexualidad. El primero es el más leído, La voluntad de saber y fue publicado en Francia en 1976. Se enfoca en los dos últimos siglos y el funcionamiento de la sexualidad como régimen de poder, en relación a la emergencia del bio-poder. En este volumen, ataca las "hipótesis represivas", la creencia común de que hemos "reprimido" nuestros impulsos sexuales particularmente desde el siglo XIX.
Los siguientes volúmenes, El uso de los placeres y La inquietud de sí, lidian con el papel del sexo en la antigüedad griega y romana. Los dos fueron publicados el año de la muerte de Foucault, en 1984. Un cuarto volumen que lidiaba con la era cristiana estaba casi terminado a su muerte, pero aún no ha sido publicado.

Disertaciones/Conferencias
Desde 1970 y hasta su muerte en 1984, Foucault dio regularmente un curso de lecturas y seminarios semanales en el Collège de France como requisito para su puesto de académico. Todas estas disertaciones fueron grabadas, y las transcripciones de Foucault también se conservan. En 1997 se empezaron a publicar estas lecturas en francés, que forman parte de su entorno sistemático.
http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=646

jueves, julio 19, 2012

DISERTACIÓN DEL POLITÓLOGO ARGENTINO EN QUITO CONTROL DE RECURSOS NATURALES DE AMÉRICA LATINA, ESTRATEGIA GEOPOLÍTICA DE WASHINGTON: ATILIO BORON



         Cuentan que en alguna oportunidad Henry Kissinger, el inefable exsecretario de Estado norteamericano, en su afán por desdeñar la importancia de América Latina para Estados Unidos, dijo que si esta región desapareciera del mapa, muy poco o casi nada se perdería si comparativamente se tiene en cuenta su producto bruto de un año con lo que mueve en un día la principal base pirata financiera del mundo: Wall Street.
Sin embargo y pese a las manifestaciones del "establishment" estadounidense de menospreciar a América Latina, esta región siempre ha estado en las prioridades de Washington. Es decir, contrario sensu al concepto de Kissinger, esta área geográfica que va desde el río Grande hasta la Patagonia constituye la zona del mundo de mayor importancia geoestraetégica para Estados Unidos. Así lo expresa en un concienzudo análisis el sociólogo y politólogo argentino Atilio Borón.
Históricamente, demuestra Borón, Estados Unidos ha considerado a Latinoamérica una región de inmensa importancia para sus intereses imperiales, no obstante que su actitud política frente a ella ha sido de menosprecio y prepotencia.
Invitado por el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) de Ecuador, este científico social argentino, actualmente director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED) del Centro Cultura de la Cooperación Floreal Gorini de Buenos Aires, participó del Encuentro Internacional la Unasur y los nuevos desafíos de la integración suramericana que se realizó en Quito entre el 18 y el 20 de junio.
Durante su conferencia titulada Cambios en la doctrina estratégica de Estados Unidos hacia América Latina, Boron llamó la atención sobre cómo cada vez más esta región adquiere mayor importancia para Washington no solo por su proximidad geográfica sino por su potencial en recursos naturales y biodiversidad.
LA PRIMERA DOCTRINA DE POLÍTICA EXTERIOR ESTADOUNIDENSE
Boron hace énfasis en que Estados Unidos históricamente ha cuidado de manera prevalente a lo que despectivamente han denominado su "patio de atrás". No es gratuito, afirma, que la primera doctrina de política exterior que elaborara Washington haya sido sobre América Latina: la famosa Doctrina Monroe de 1823.
Después de casi un siglo de formulado el axioma: "América para los americanos", Estados Unidos plantea una nueva doctrina internacional, esta vez presentada por el presidente Woodrow Wilson en 1918 y tiene que ver con la paz de Europa como consecuencia de la Primera Guerra Mundial. No pasan 30 años y Washington retoma su interés geoestratégico en América Latina. Esta vez en 1947, Estados Unidos suscribe el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que se sustenta en todo un esquema militar para la región. Este instrumento se concreta antes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que se firmó en 1949. "Eso indica -recaba Boron- la excepcional importancia de América Latina para Estados Unidos".
LAS POTENCIALIDADES DE AMÉRICA LATINA
Dada la inmensa potencialidad en recursos de América Latina, países como China e India están mirando hacia esta zona geográfica del planeta y ahí se vislumbra un grave problema con Estados Unidos que ve su área de influencia en disputa.
Pero no es para menos. Boron muestra con cifras en la mano como esta región se consolida como la de mayor importancia geoestratégica del planeta. En América del Sur, por ejemplo, se encuentra entre el 30 y el 35% de la reserva de agua dulce, ello sin incluir el Acuífero Guaraní (que comparten Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) que tiene una capacidad infinita de reproducción del valioso liquido.
De los diez países mineros más importantes del mundo, siete son de Latinoamérica. El 80% del litio, un potencial electroquímico de altísimo valor, se encuentra en esta región. Ello para no hablar de las inmensas reservas de petróleo, gas, biodiversidad y el pulmón ecológico que representa la cuenca amazónica.
Boron trae a cuento estos datos para señalar que Estados Unidos requiere de al menos 40 minerales de los que posee América Latina y de los cuales carece para poder mantener su modelo de vida.
MILITARIZACIÓN
Lo anterior explica porque a partir de la revolución sandinista de 1979 Estados Unidos se dio a la tarea de expandir su estrategia de militarización a lo largo y ancho de Latinoamérica, señala Boron.
Pero no solo ello, agrega, históricamente la región ha sido una prioridad para Washington, no en vano durante el último siglo ha perpetrado 200 intervenciones militares en América Latina.
Desde hace una década la política exterior norteamericana respecto del hemisferio no la traza el Departamento de Estado sino el Pentágono (léase el Departamento de Defensa). Solo el personal civil del Comando Sur, explica Boron, supera con creces al resto de agencias estadounidenses que operan en los diversos países latinoamericanos.
Además, el Comando Sur fue el primero de los diez que se han creado por parte del Pentágono para controlar militarmente el mundo, y cuya jurisdicción comprende prácticamente toda la región con excepción de Cuba y México.
La expansión de las bases militares por parte de Washington también es sintomático en opinión de Boron. Antes de las década de los 80 del siglo pasado, Estados Unidos solo contaba con dos bases militares: Guantánamo en Cuba y Roosevelt en Puerto Rico. Hoy en día dispone de 46 bases, no obstante que América Latina es la región más pacífica del mundo.
No es coincidencia, sostiene este científico social argentino, que dichas bases militares estén ubicadas precisamente en aquellas áreas de Latinoamérica en donde se encuentran concentradas las riquezas naturales. Las mismas, advierte, "serán utilizadas cuando llegue el momento oportuno".
Como "oportuno" fue desde el interés imperialista que el gobierno de George W. Bush restableciera el funcionamiento de la IV Flota en 2008, dos semanas después de que el presidente Luis Inácio Lula da Silva anunciara el descubrimiento de yacimientos de petróleo en la zona pre-sal en la cuenca Santos de Brasil. De esta manera enviaba un claro mensaje.
Las siete bases militares en Colombia pueden tener como objetivo táctico al presidente Hugo Chávez, pero el objetivo fundamental es apuntar a la riqueza amazónica.
CAMBIO EN LA HIPÓTESIS DEL CONFLICTO
Boron considera que dados estos antecedentes, los gobiernos de América Latina deben cambiar la hipótesis del conflicto respecto de Estados Unidos. Está claro, argumenta, que Washington cuenta con una bien diseñada estrategia que está dirigida a controlar y apropiarse de los recursos naturales del continente.
Económica y comercialmente ha ido ganando terreno con la suscripción de tratados de libre comercio con los países del Pacífico, impulsando una alianza para contrarrestar la influencia de las naciones del eje del Atlántico que se resisten a firmar este tipo de convenios.
En el ámbito político, Washington a través de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile de marcado acento neoliberal) se propone debilitar procesos integracionistas como los de Unasur y la CELAC.
EL SÍNDROME DEL ROBO DE PANAMÁ
Pese a la potencialidad bélica de Estados Unidos, Boron considera que América Latina tiene amplias posibilidades de hacerle frente a la constante amenaza del Tío Sam.
Recuerda que si bien los gobiernos conservadores del continente son complacientes con Washington, de todas maneras también tienen recelo pues está presente la traición y el robo de Panamá a Colombia en 1903 por parte del presidente Theodore Roosevelt.
Estos gobiernos de derecha comenzarán a asustarse, advierte el científico social argentino, cuando la carrera estadounidense por los recursos naturales de la región deje de lado las formalidades diplomáticas y se transforme en una pela feroz.
La debilidad económica de Estados Unidos también es una ventaja que puede derivar América Latina, pues China y Rusia son hoy por hoy los grandes tenedores de los bonos del tesoro norteamericano y poseen por lo tanto una gran capacidad de presión. Por eso Washington no ha podido chistar frente a los ejercicios militares que realizaron conjuntamente Venezuela y Rusia en el mar Caribe a finales de 2008. Eso hace menos de una década hubiera sido impensable, señala Borón.
Si bien la realidad latinoamericana denota un cambio político que se inició en la región en 1994 con la irrupción de los zapatistas y la protesta social contra el neoliberalismo que dio paso a varios gobiernos progresistas, siempre existe el peligro de que la derecha se vuelva a entronizar, por lo que cada vez es más imperiosa la necesidad de unir esfuerzos en el proceso de integración latinoamericana para solidificar la vía de superar en forma definitiva "la larga y negra noche neoliberal", de la que habla el presidente Rafael Correa.
http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones73/nota001.htm

domingo, julio 15, 2012

Poema Bella de Pablo Neruda


Bella,
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella.

Bella,
de finas manos y delgados pies
como un caballito de plata,
andando, flor del mundo,
así te veo,
bella.

Bella,
con un nido de cobre enmarañado
en tu cabeza, un nido
color de miel sombría
donde mi corazón arde y reposa,
bella.

Bella,
no te caben los ojos en la cara,
no te caben los ojos en la tierra.
Hay países, hay ríos
en tus ojos,
mi patria está en tus ojos,
yo camino por ellos,
ellos dan luz al mundo
por donde yo camino,
bella.

Bella,
tus senos son como dos panes hechos
de tierra cereal y luna de oro,
bella.

Bella,
tu cintura
la hizo mi brazo como un río cuando
pasó mil años por tu dulce cuerpo,
bella.

Bella,
no hay nada como tus caderas,
tal vez la tierra tiene
en algún sitio oculto
la curva y el aroma de tu cuerpo,
tal vez en algún sitio,
bella.

Bella, mi bella,
tu voz, tu piel, tus uñas,
bella, mi bella,
tu ser, tu luz, tu sombra,

bella,
todo eso es mío, bella,
todo eso es mío, mía,
cuando andas o reposas,
cuando cantas o duermes,
cuando sufres o sueñas,
siempre,
cuando estás cerca o lejos,
siempre,
eres mía, mi bella,
siempre.

miércoles, julio 11, 2012

JOSÉ MARTÍ


(La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y escritor cubano. Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio municipal que dirigía el poeta Rafael María de Mendive, quien se fijó en las cualidades intelectuales del muchacho y decidió dedicarse personalmente a su educación.
El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la guerra de los Diez Años y el encarcelamiento de su mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó una gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco después una revista, La Patria Libre, que contenía su poema «Abdalá».
A los diecisiete años José Martí fue condenado a seis de cárcel por su pertenencia a grupos independentistas. Realizó trabajos forzados en el penal hasta que su mal estado de salud le valió el indulto. Deportado a España, en este país publicó su primera obra de importancia, el drama Adúltera. Inició en Madrid estudios de derecho y se licenció en derecho y filosofía y letras por la Universidad de Zaragoza.
Durante sus años en España surgió en él un profundo afecto por el país, aunque nunca perdonó su política colonial. En su obra La República Española ante la Revolución Cubana reclamaba a la metrópoli que hiciera un acto de contrición y reconociese los errores cometidos en Cuba. Tras viajar durante tres años por Europa y América, José Martí acabó por instalarse en México.
Allí se casó con la cubana Carmen Sayes Bazán y, poco después, gracias a la paz de Zanjón, que daba por concluida la guerra de los Diez Años, se trasladó a Cuba. Deportado de nuevo por las autoridades cubanas, temerosas ante su pasado revolucionario, se afincó en Nueva York y se dedicó por completo a la actividad política y literaria.
Desde su residencia en el exilio, José Martí se afanó en la organización de un nuevo proceso revolucionario en Cuba, y en 1892 fundó el Partido Revolucionario Cubano y la revista Patria. Se convirtió entonces en el máximo adalid de la lucha por la independencia de su país.
Dos años más tarde, tras entrevistarse con el generalísimo Máximo Gómez, logró poner en marcha un proceso de independencia. Pese al embargo de sus barcos por parte de las autoridades estadounidenses, pudo partir al frente de un pequeño contingente hacia Cuba. Fue abatido por las tropas realistas cuando contaba cuarenta y dos años. Martí es, junto a Bolívar y San Martín, uno de los principales protagonistas del proceso de emancipación de Hispanoamérica.
La obra literaria de José Martí
Además de destacado ideólogo y político, José Martí fue uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más destacada de la etapa de transición al modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos.

Como poeta se le conoce por Ismaelillo (1882), obra que puede considerarse un adelanto de los presupuestos modernistas por el dominio de la forma sobre el contenido; Versos libres (1878-1882), La edad de oro (1889) y Versos sencillos (1891), esta última decididamente modernista y en la que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular.
En A mis hermanos muertos el 27 de noviembre (1872), publicado durante su destierro en España, Martí dedica sus versos a los estudiantes muertos en una masacre acaecida en aquella fecha. Su única novela, Amistad funesta, también llamada Lucía Jérez y firmada con el pseudónimo de Adelaida Ral, fue publicada por entregas en el diario El latino-Americano entre mayo y septiembre de 1885; aunque en su argumento predomina el tema amoroso, en esta obra de final trágico también aparecen elementos sociales.
Entre sus obras dramáticas destacan Adúltera (1873), Amor con amor se paga (1875) y Asala. También fundó una revista para niños, La Edad de Oro, en la que aparecieron los cuentos Bebé y el señor Don Pomposo, Nené traviesa y La muñeca negra, y colaboró con diversas publicaciones de distintos países, como La Revista Venezolana, la Opinión Nacional de Caracas, La Nación de Buenos Aires o la Revista Universal de México.
Cronista y crítico excepcional, hizo de muchos de sus textos auténticos ensayos, algunos de carácter revolucionario como El presidio político en Cuba (1871) -de gran fuerza lírica-, El Manifiesto de Montecristi o su Diario de campaña. Sus Obras completas (1963-1965) constan de 25 volúmenes.