sábado, junio 30, 2012

INTELECTUALES-VIVEZA.


Elaborado por: Ferrer, D (2012)
 Bajo la perspectiva Eurocéntrica, tenemos que a partir del siglo XV se dio inicio a los viajes de exploración por parte de Portugal y España, consecutivamente se anexarían los demás imperios de ese entonces. En lo que respecta a los viajes de Cristóforo Colombo(Cristóbal Colón), se aprecia la influencia religiosa, pues este al llegar en 1492 a Amerrique (posteriormente América), creyó estar en el paraíso terrenal, su primer punto de llegada lo llamo: San Salvador, luego paso por Cuba la cual recibió por nombre Juana. Se destaca además su carta descriptiva respecto a los pobladores nativos de las tierras exploradas, hasta el momento.
Señala Galeano, E (2000). “América no solo carecía de nombre. Los noruegos no sabían que la habían descubierto hacia largo tiempo, y el propio Colon murió, después de sus viajes, todavía convencido de que había llegado al Asia por la espalda” (p.11). Existen infinidad de opiniones respecto al papel desempeñado por Colón, así como también del nombre dado al continente, hay quienes sugiere que este se relaciona con Américo Vespucio, a través de su carta Nuevo Mundo, aunado a la actuación de Martín Waldsemuller, a través del mapa que llevo por nombre América. Es preciso señalar que en Nicaragua, se encontraban asentados pueblos nativos que hacían referencia a dicho territorio como Amerrique (la tierra donde siempre sopla el viento), evidenciándose una cercana y clara relación entre dicha palabra y el nombre actual del continente.
Tomando en cuenta lo expresado por,  Ardao, A (1980) en su obra Génesis de la idea y el nombre de América latina. América va experimentar tres etapas históricas: la primera responde a la llegada de los imperios, la segunda a la supresión de los pueblos nativos que dió paso a la colonia y la tercera el proceso independentista, cuya proeza es histórica, tanto nacional como continentalmente y por qué no mundialmente, es el proceso emancipador de las colonias, el mismo que se daría de manera progresiva, ello ante las secuelas dejadas por la esclavitud, explotación de recursos, implantación religiosa, política, cultural, el papel constante de proveedores aunados a hechos que dieron paso a cambios, como lo fueron la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica (1776), Revolución Francesa(1789), Declaración de los derechos del hombre y ciudadano y posteriormente los de la  mujer, aunque dicho hecho está enmarcado en una sociedad de contradicciones, la misma que llevara a la guillotina a esa mente ideadora, pensante, que planteo nuevas leyes entorno a los derechos de las féminas (Olimpia de Gouges).
Es de señalar, la polémica existente en torno a la noción de independencia, desarrollo y derechos humanos; ya que la América del Sur para ese entonces estaba valorada desde México hasta la tierra del fuego, a pesar de su extensión territorial, se mostraba minusválida ante la amenaza expansionista de la que Michel Chevalier llamaría la América Anglosajona, germana, protestante, esa misma que mostro desde sus principios cada intención ejercida en sus movimientos. Asimismo, el sur deberá enfrentar más allá de una gesta independentista, un nuevo gigante sobre toda su extensión y ese recibe por nombre: dictadura. Sí. esa misma que causaría estancamiento en cada nación, además de una realidad irónica y es que aunque ya independientes, por lo menos en lo político, se mantenían aún como proveedores de recursos, de los cuales no se recibía el ingreso ideal, aunado al poder centralizado que daría paso a la actuación y levantamiento de los sujetos activos en dicha realidad.
Ahora bien, para que un pueblo lograra actuar ante sus realidades, necesitaba un líder que lo dirigiera, es allí donde surge la fuerte influencia ejercida por los intelectuales, tal como lo señala Petras, J (s.f) estos actuaban para y por el bienestar de cada ciudadano, a través de sus libros, periódicos, revistas, reuniones, sindicatos y demas; (medios controlados por quienes albergaban el poder). Sin embargo, parte de la transformación del ser, se inicia a través de la lectura, cuando el individuo llena su mente de información valiosa, su entorno empieza a cambiar; dependerá por supuesto de las acciones realizadas en pro de lograr dicho objetivo. Sin duda, eso lo sabían y practicaban los intelectuales de América en ese entonces, pues lo dejaron en evidencia a través de cada lucha en contra de la opresión interna y externa. Posteriormente el ser intelectual, perdió su rumbo, tal vez los fuertes rayos del sol causaron deslumbro y los enrumbo hacia los intereses por el bien individual, satisfacción económica y social.
Al respecto refiere, Cabrujas, J. (1995) “Una imagen viene de un lado y otra imagen la genera un pueblo de sí mismo” (p.1). En mi opinión, de la teoría a la práctica existe mucha distancia, si bien es cierto América conto en un entonces con intelectuales que actuaban para ayudar pueblo. El mismo que conoce muy bien qué es el hambre y frio, el delirio, ausencia o permanencia, abandono y desidia, si esta última, es tan evidente en quienes están al mando, son estos los que hacen promesas utópicas a través de cada discurso, previamente maquinado y elaborado, con la finalidad de disfrazar la falacia en verdad. Y esta realidad se evidencia en cada proceso concerniente a América, para los españoles luego de la conquista, el nuevo mundo no era más que atrasadas colonias que proveían los recursos necesarios, y lo peor de todo, estaban llenas de gente sin alma, ni pensamiento, muestra del trato inferior ejercido hacia  los pueblos nativos y africanos; estos últimos eran perseguidos, cazados y traídos en condiciones infrahumanas. En cuanto, a la discriminación estaba basada en una concepción majadera creada por la iglesia, la misma que establecía (aun lo hace) teorías según el momento e interés existente.
Continuando la idea, aparte de la condición de proveedor, trabajo forzado, y estancamiento económico, se viene a dar la polémica respecto al sentir y pensar del individuo americano, ese que fue calificado por Michel Chevalier a través de la raza, de su lengua, religión. La América Española o Iberoamérica, como solía llamarla. A lo expuesto anteriormente surge la siguiente interrogante: ¿hasta qué punto llega la viveza criolla? Si bien es cierto, en este continente se han dado acontecimientos históricos, observados incluso a nivel mundial, incluyendo allí la gestión (aceptable para algunos y para otros no) de: Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, entre otros. Estos se convertirían en inmortales, por lo menos en cuanto a lo histórico se refiere. Sin duda, su pensar era visionario, amamantado con la leche de la lectura y fortalecido a través de los viajes, relaciones en el extranjero, la búsqueda del por qué. Contrario, a quienes tanto ayer como hoy, se mantienen inertes ante las bofetadas sociales, políticas, económicas, culturales, semejante a la constancia del agua sobre las rocas, cuyo objetivo es fragmentarla.
Resulta oportuno parafrasear las palabas del premio Nobel 1982; el señor Gabriel Gracia Márquez, esta realidad de muerte, hambre, pobreza  y opresión, parece ya parte imborrable de la conciencia del individuo latinoamericano. En mi opinión, se asemeja a una herencia genética, un destino ante el cual muchos se muestran resignados, como si no hubiera un motivo valido para cambiar y buscar un mas allá, preguntándose el por y para qué. Quizás alejaron de su esencia humana las raíces ancestrales de esos que no compraban ni vendían la tierra; pues era su pachamama, conocían muy bien la diferencia entre viveza y astucia, esta última fue la que les permitió luchar y nunca rendirse ante sus adversarios. Tan necesaria, por estos días en los cuales se cree sin mayor reflexión en cualquier promesa o palabrería ejecutada por los lobos vestidos de ovejas, que astutamente desarrollan sus gestiones en medio del rebaño, el mismo que se dirige sin mayor conciencia hacia la trampa que lo convertirá en presa mortal.



REFERENCIAS.
Ardao, A (1980). Génesis de la idea y el nombre de América latina. Caracas: Consejo Nacional de Cultura.
Cabrujas, J (1995). La viveza Criolla. Destreza, mínimo esfuerzo o sentido del humor. [Documento en línea]. Disponible:  http://www.analitica.com/bitblioteca/cabrujas/viveza.asp [Consulta: 2012, abril 13]
Gabriel Gracia Márquez. (s.f). La soledad de América Latina. [Documento en línea]. Disponible: http://www.archive.attac.org/attacinfoes/attacinfo564.pdf[Consulta: 2012, abril 13]
Galeano, E (2000). Las Venas Abiertas de América Latina. (16ª. ed.). Madrid, España: Siglo XXI de España editores.
Petras, J (s.f). La metamorfosis de los intelectuales Latinoamericanos. [Documento en línea]. Disponible: http://es.scribd.com/doc/23496003/Petras-James-LA-METAMORFOSIS-DE-LOS-INTELECTUALES-LATINOAMERICANOS[Consulta: 2012, abril 13]

No hay comentarios:

Publicar un comentario